San Juan de Dios adapta telemáticamente la educación especial para seguir trabajando con alumnos y sus familias

El Colegio de Educación Especial San Rafael, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Granada ha reformulado durante este confinamiento su manera de atender las clases impulsando la metodología de trabajo telemática con el fin de realizar un seguimiento exhaustivo de los alumnos durante el aislamiento y atender las necesidades propias de cada familia en estas circunstancias.

 

Gracias a las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, los profesionales siguen en activo realizando su labor con los alumnos y familias. Se trata de una reformulación de la enseñanza muy significativa, pues además de la importancia puramente educativa, los profesionales ponen también el acento en el contacto con sus alumnos, para atender de manera más completa sus necesidades físicas, psíquicas y emocionales. “Como profesionales de educación especial hemos tenido que adaptar la metodología que utilizamos normalmente con nuestros alumnos. Los primeros días fueron complicados, y nos preguntábamos cómo adaptar nuestra forma de enseñar si no teníamos a nuestros alumnos cerca”, afirma la jefa de estudios del Colegio San Rafael y maestra de educación especial, Juana María Avi Arroyo.

 

Esto ha supuesto un cambio de paradigma basado en la implementación de nuevas herramientas digitales de comunicación de manera eficaz y en un tiempo récord para poder dar respuesta a los alumnos con necesidades especiales.Cada tutor realiza videtutorías online, además de llamadas telefónicas, mensajes vía WhatsApp o email con el fin de hacer un seguimiento de nuestros alumnos como mínimo una vez a la semana. Estas comunicaciones no solo parten del tutor, también de las familias que nos piden consejos, orientaciones o simplemente contarnos como están pasando estos días. Esto nos está sirviendo también para llegar a una realidad para la que antes encontrábamos dificultades”, asegura.

 

 

Así, el equipo directivo del centro ha adaptado y reforzado las vías de comunicación entre profesionales para continuar con sus reuniones semanales para poner en común el trabajo diario y realizar el seguimiento de los alumnos, y se han habilitado sistemas de comunicación categorizados por ciclos educativos gracias a los cuales pueden compartir material de orientación con las familias o tareas concretas con adaptaciones especiales para este periodo. “Seguimos trabajando como equipo multidisciplinar para adaptar nuestro proyecto educativo a las necesidades de nuestros alumnos y ahora más que nunca favoreciendo los aprendizajes funcionales. El aumento del uso de las nuevas tecnologías está suponiendo un reto no solo para nuestro equipo, sino para muchas familias que no disponen de los medios adecuados o no saben utilizarlos. Por eso intentamos cubrir todas las brechas digitales y sociales que nos vamos encontrando para optimizar nuestro trabajo”, comenta la jefa de estudios.

 

Es una iniciativa muy valorada por las familias, que han visto cómo su realidad cambiaba y se apoyaban en la ayuda de los profesionales para seguir con el correcto desarrollo de las necesidades educativas, físicas, psíquicas y emocionales de sus hijos. Cualquier videollamada o mensaje, en estos momentos se convierte en una muestra de apoyo para las familias, y saber que no están solos en esto cobra especial importancia para ellos” cuenta otro de los maestros de educación especial del centro, Pedro Javier Romero García. “Los padres también necesitan asesoramiento para poder afrontar esta situación tan extraña, y ayudarlos en este aspecto es para nosotros tan importante como la educación de sus hijos”, explica.

 

Importante adaptación de los alumnos

 

“Siempre comento que no hay cosa más triste que un colegio vacío. Ahora tengo que añadir que no hay nada más triste que un maestro sin poder estar con sus alumnos. Los profesionales de la educación especial nunca hemos concebimos nuestro trabajo en la distancia, ya que el contacto, la relación humana, la cercanía, son aspectos primordiales en nuestra tarea diaria.  Sin embargo, como siempre ocurre, nuestros alumnos han vuelto a sorprendernos acogiendo de una manera excelente los cambios, adaptándose a la situación a pesar de que el colegio es el lugar en el que se desarrolla gran parte de su vida social y ésta se ha visto cortada sin previo aviso. A pesar de que esto es una situación difícil de explicar y de asimilar para la mayoría de ellos, cada día nos dan una lección de esfuerzo y valentía”, expone Romero. 

 

El Colegio de Educación Especial San Rafael atiende actualmente alumnos a 46 alumnos con discapacidad desde los 3 hasta los 21 años de edad y cuenta entre su equipo de profesionales con maestros de educación especial y pedagogía terapétutica, logopedas, fiisiotrapeutas, orientadores, psicomotricistas, educadores especialistas en atención sociosanitaria e integración social, auxiliares de clínica, médicos rehabilitadores y trabajadora social para la atención plena tanto de alumnos como de las necesidades familiares.