La terapia ocupacional promueve el bienestar físico y emocional entre los mayores de San Juan de Dios

El principal objetivo de la terapia ocupacional en la residencia de la Orden Hospitalaria es dotar de la máxima autonomía posible al mayor contribuyendo a una mejora de su estado físico-funcional y a un refuerzo notable a nivel psicológico  

La Residencia de mayores San Juan de Dios, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Granada, está apostando de manera activa por la terapia ocupacional para seguir garantizando el bienestar físico y emocional de los mayores en esta segunda ola de restricciones debido la crisis de la COVID-19.

 La terapia ocupacional aborda la promoción de la salud y el bienestar a través de la ocupación para favorecer la independencia de las personas gracias al uso de actividades con fines terapéuticos. Dentro de su rango de acción se encuentran todas aquellas personas con algún grado de discapacidad física, psíquica o social. “Ayudar a las personas a sentirse válidas y a no perder su identidad está siendo clave en estos momentos. Además de por motivos de salud física, evadirse de la situación y ocupar la mente en pensamientos útiles y constructivos está teniendo un valor extraordinario para su día a día”, explica la terapeuta ocupacional del centro de día de la Residencia de mayores San Juan de Dios, Inmaculada Quirós.

 En esta línea y siguiendo todas las medidas de seguridad, el centro está retomando de manera progresiva sus actividades, que van desde talleres de estimulación cognitiva  en los que se trabajan aspectos como la orientación a la realidad, talleres de memoria, el razonamiento, el lenguaje, la atención, la secuenciación temporal o el cálculo, o ejercicios para desarrollar la psicomotricidad a través del equilibrio, la coordinación óculo-manual o el esquema corporal y relación con el espacio. También tiene una especial importancia dentro de la terapia ocupacional que se desarrolla en el centro la gerontogimnasia, las dinámicas de grupo para trabajar las habilidades sociales, las actividades de ocio y esparcimiento o las actividades destinadas a trabajar la autoestima, entre otras.

 Además, entre los tratamientos de rehabilitación que el terapeuta ocupacional realiza se encuentran aquellos destinados a personas con enfermedades degenerativas del sistema nervioso central, insuficiencia renal, trastornos reumáticos, lesiones traumatológicas, trastornos postquirúrgicos o marginación social. “La terapia ocupacional concretamente en geriatría, ayuda a los mayores  que ven mermadas sus capacidades físicas y mentales a ganar la máxima autonomía posible para la realización de sus actividades de la vida diaria. Desde el autocuidado, hasta las de mantenimiento del hogar, preparación de alimentos, uso del transporte público, manejo del dinero...“, expone la profesional del centro.

 El principal objetivo del profesional de la terapia ocupacional es por tanto, ayudar a la promoción del desarrollo del usuario para poder alcanzar una vida más independiente. “Al conseguir esto, ocurre una reacción en cadena maravillosa. Al mejorar o potenciar su estado físico-funcional, el usuario alcanza un refuerzo importante a nivel psicológico gracias al hecho de sentirse válido y útil“, comenta Quirós. Gracias a esto se reestablece, también el estado emocional del mayor que suele presentar significativas mejoras en síndromes depresivos o de desmotivación apareciendo por contra, una progresiva sensación de bienestar. Esta mejora provoca que la persona mantenga una correcta y sana interacción con su entorno social y familiar que contribuye a evitar que el deterioro avance más rápidamente.

 En este sentido, los profesionales de la Residencia San Juan de Dios aseguran que la falta de socialización y de pertenencia al grupo, debido a las medidas de seguridad preventivas derivadas de la COVID-19, se ha hecho patente en los últimos meses provocando cierta desorientación en los residentes a raíz de los cambios sociales y emocionales que estamos viviendo. Ante esta difícil situación que llevamos viviendo meses, el centro de la Orden Hospitalaria se ha adaptado y reinventado para crear nuevas fórmulas a través de las que poder trabajar con ellos y responder a sus necesidades, siempre garantizando su seguridad. “A pesar del asilamiento hemos procurado que cada uno de nuestros mayores siguiera disfrutando de sus pasiones manteniendo la necesaria actividad terapéutica. Así, a los amantes de la pintura se les facilitan los materiales necesarios, al igual que a los amantes de la costura, de la lectura o de los pasatiempos. La ocupación y el bienestar emocional es fundamental para su adecuado progreso y, por supuesto, nuestro principal objetivo“, afirma la terapeuta ocupacional del centro.

 Además de la actividad ocupacional, desde el centro siguen haciendo una apuesta plena por cuidar del plano emocional de los mayores favoreciendo los encuentros a través de nuevas tecnologías con sus familiares, el debate, la charla, la risoterapia y el facilitar la expresión de los sentimientos de cada uno para seguir velando por el bienestar holístico de la persona.