Como cada 26 de julio, hoy se conmemora algo muy especial: el Día de los Abuelos.
Su figura es un pilar básico en todas las familias modernas por su entrega, su afecto inagotable para hijos y nietos y por su valiosa ayuda en cualquier parcela de nuestra vida. Además, llegados a la edad adulta somos muchos los que encontramos una afinidad muy próxima a la amistad, difícil de tener cuando éramos niños y necesitábamos de límites y normas para nuestra educación y desarrollo. Por todo esto, y más, este día es más que merecido.
Hoy, queremos recordar a todos nuestros mayores de la Residencia San Juan de Dios, que no dejan de disfrutar de la compañía de sus nietos en las tan ansiadas visitas familiares y que ven en los más pequeños y jóvenes, esas ilusiones que un día ellos también compartieron y que ahora, desde la madurez, han sabido transformar en amor y sabiduría para guiarlos. Aún más en estos tiempos tan difíciles para ellos, en los que la pandemia los ha separado durante muchos meses.
Hoy retoman por fin el contacto con los más pequeños de sus familias desde la inmensa felicidad que eso les regala.
Gracias a todos ellos y ellas por su apoyo incondicional y por ser ejemplo de vida.