Los especialistas del Centro de Fisioterapia y Medicina Rehabilitadora San Rafael, perteneciente a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, aseguran que la fisioterapia disminuye la sintomatología y limita el progreso de la artrosis. Según la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), siete millones de personas en España padecen esta enfermedad. Una cifra que se eleva a los 500 millones de personas en todo el mundo.
La artrosis es un proceso degenerativo de las articulaciones móviles que se caracteriza por el deterioro del cartílago articular que puede llegar a desaparecer en fases avanzadas. Esto provoca dolor y limitación de la amplitud articular, viéndose afectada la movilidad y la calidad de vida del paciente, que puede llegar a quedar muy deteriorada. “Es una enfermedad muy incapacitante desde el punto de vista funcional, ya que tanto el dolor como la dificultad para realizar movimientos de las articulaciones afectadas hacen que poco a poco se vayan limitando la actividad diaria, con las consecuentes complicaciones que produce la pérdida de actividad física para otras enfermedades asociadas - aumento de peso, hipercolesterolemia, trastornos vasculares, hipertensión arterial, depresión…-“, explica el responsable del Centro de Fisioterapia y Medicina Rehabilitadora San Rafael, José María León.
Los objetivos principales de la fisioterapia en el abordaje de los pacientes con artrosis se diferencian en dos etapas en la evolución de la misma. En una primera fase cuando la enfermedad es incipiente. “En esta etapa el trabajo se centra en conservar la máxima funcionalidad y controlar la progresión de la enfermedad, haciendo especial hincapié en el mantenimiento de la movilidad, incremento de la fuerza muscular de los principales grupos musculares influyentes en las articulaciones afectas, y trabajo funcional específico para las actividades que realiza cada paciente de manera particular”, profundiza el especialista del centro de San Rafael. En una segunda etapa, el objetivo primordial debe ser el de controlar la sintomatología dolorosa del paciente, además de conservar la mayor capacidad funcional. “Para ello, se trabaja tanto la movilidad articular como la fuerza muscular, además de la estabilidad articular y equilibrio, en la medida que permita la evolución de los síntomas que sufre el paciente”, especifica el fisioterapeuta.
Primeros síntomas y buenos hábitos
Dolor, pérdida de movilidad y fuerza, limitación funcional, deformidad articular, roces y chasquidos pudiendo llegar a bloqueos articulares son algunos de los síntomas a través de los cuales se manifiesta la enfermedad.
Desde el Centro de Fisioterapia y Medicina Rehabilitadora San Rafael recuerdan que, aunque existe una predisposición genética, se pueden tomar medidas para retrasar la aparición y controlar la evolución de los signos y síntomas de la artrosis. tales como: “Mantener una actividad física saludable, evitar esfuerzos físicos excesivos y sobrecargas articulares, conservar buena fuerza muscular, tener buena estabilidad articular; así como evitar el sedentarismo, tener buenos hábitos alimenticios, evitar el sobrepeso, mantener un buen estado óseo, tener un buen control postural, ayudan a prevenir este proceso”, explica el equipo de San Juan de Dios.
Atención individualizada
Según los expertos, resulta primordial que cada paciente sea valorado y reciba una planificación de su tratamiento de manera individualizada, ya que no todos respondemos del mismo modo a las distintas opciones terapéuticas, por lo que el seguimiento y el acompañamiento especializado durante todo el proceso son claves para el paciente.
Desde el Centro de Fisioterapia y Medicina Rehabilitadora San Rafael el equipo realiza una evaluación inicial del paciente para determinar las necesidades concretas de la persona y conocer su caso y su estado a fondo. En este sentido, los profesionales realizan un seguimiento periódico de la consecución de los objetivos planteados mediante reuniones de equipo, desarrollando evaluaciones exhaustivas antes y después del programa de intervención.
Para lograr una mayor mejoría y evolución de paciente, desde el centro del Hospital San Rafael trabajan, además, con las principales técnicas para ello, como son la terapia manual, la reeducación del movimiento y control motor, el ejercicio terapéutico y la electroterapia analgésica.