Este proyecto del hospital de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Granada contará desde abril hasta mayo con artistas locales que actuarán de manera altruista y solidaria en la terraza del centro para amenizar y endulzar el tiempo de hospitalización de los pacientes y sus familias
El Hospital San Rafael vuelve a poner en marcha por segundo año consecutivo el programa de conciertos ‘Música en la terraza’, una iniciativa que tiene como objetivo compartir y compartirse con los pacientes, usuarios y familias a través de la música y la danza para amenizar y cuidar el bienestar emocional de las personas durante su estancia hospitalaria.
Desde San Rafael pretenden consolidar ‘Música en la terraza’ como un espacio de encuentro entre el Hospital -pacientes, familiares y sanitarios- y la esfera cultural de la ciudad, permitiendo conectar ambos mundos para poner la belleza y la cultura al servicio de la hospitalidad como elemento diferenciador en el impulso de la humanización de la asistencia, y como elemento sanador, terapéutico y canalizador de emociones, desde la inspiradora terraza del centro con vistas a la Basílica de San Juan de Dios y a la sierra.
Tras el éxito de la primera edición, la Orden participó presentando la iniciativa en el III Congreso Internacional de Humanización de la Asistencia Sanitaria “La Historia la Escribes tú”, que tuvo lugar en Córdoba el pasado año, y donde tuvo muy buena acogida por parte de las entidades y particulares participantes como propuesta innovadora dentro del ámbito hospitalario.
En este 2025 se espera una oferta igualmente interesante y variada con actuaciones de jazz, boleros, danza oriental o flamenco, entre otras, y de las que no solo los pacientes y personal hospitalario podrán disfrutar, sino que también está abierta al público. “Entendemos este proyecto como una manera de darle cuidados no solo al ámbito físico, sino también al alma y al estado anímico de nuestros pacientes y familiares. Una manera de evadirse de su situación y salir de sus habitaciones para disfrutar de los beneficios terapéuticos de la música y la danza”, explica Ana Escobar, trabajadora social del centro y responsable del proyecto, “y por supuesto, como una manera de que todas las personas que quieran puedan visitarnos y compartir un rato de cercanía y empatía con las personas que se encuentran en una situación de enfermedad”.